PIEL APAGADA Y DESHIDRATADA

Nuestro estilo de vida, forma de alimentación y entorno medioambiental puede afectar visiblemente al aspecto de nuestra piel. Exposiciones prolongadas al sol, fumar, dietas grasas, beber poca agua, regímenes de adelgazamiento, cambios hormonales etc. son los principales enemigos  un aspecto jovial y saludable de nuestra piel.

Cuando los elementos anteriores afectan a nuestros componentes de la piel (ácido hialurónico, colágeno y elastina) ésta se torna apagada, con poros dilatados y comienzan a aparecer elementos antiestéticos como manchas o pequeños capilares que cambian el color normal de la piel.

Los tratamientos para revertir estos efectos no deseados son múltiples. Los peelings son complejos vitamínicos que buscan producir la descamación de la piel y, por lo tanto, forzar la regeneración epidérmica con células nuevas. Existen distintos tipos de peelings dependiendo del efecto que busquemos como por ejemplo: despigmentar, exfoliar en superficie o en profundidad, regular el exceso de sebo, etc. El resultado buscado siempre será recobrar una piel homogénea, brillante y lúcida.

Para buscar un engrosamiento dérmico y por lo tanto recuperar la firmeza de nuestra piel también se puede inyectar ácido hialurónico intradérmico, es decir, dentro de la propia piel para que actúe como una esponja reteniendo agua y vuelva a hidratar la piel. Es indispensable que la piel esté siempre bien hidratada para mantener activos sus mecanismos de defensa frente a las agresiones externas y vayan apareciendo los efectos no deseados.

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