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La Sensibilidad de la Piel al Clima Valenciano.

Si tienes Rosácea, ya sabes que tu piel reacciona a los estímulos externos como un termómetro. En noviembre, en Valencia, los desencadenantes se multiplican: el aire frío y seco de la calle contrasta brutalmente con el aire caliente de la calefacción en interiores. Esta oscilación térmica es el peor enemigo del enrojecimiento facial (Eritema) y la Cuperosis.

Es el momento de actuar antes de que el enrojecimiento se vuelva constante y aparezcan más pápulas y pústulas.

 

El Efecto “Yo-Yo” y la Reactividad Vascular

La Rosácea es una condición inflamatoria crónica que implica una hiperreactividad de los vasos sanguíneos del rostro. Los cambios de temperatura abruptos fuerzan a estos vasos a dilatarse y contraerse repetidamente, lo que lleva a: Flushing (Rubor), con episodios intensos de enrojecimiento y sensación de calor; la aparición de Cuperosis, pequeños capilares rotos (telangiectasias) visibles; y Brotes Inflamatorios, con mayor probabilidad de pápulas y pústulas, similares al acné.

 

Protocolo de Control y Tratamiento Específico para el Frío

El manejo eficaz de la Rosácea requiere una combinación de cuidados domiciliarios rigurosos y tratamientos médicos especializados. En nuestra consulta de dermatología en Valencia, te ayudamos a crear un protocolo de invierno que minimice estos efectos.

En primer lugar, están los Tratamientos Tópicos, cuyo objetivo es reducir la inflamación y la población del ácaro Demodex (implicado en la Rosácea).

Las opciones incluyen formulaciones con Ivermectina, Ácido Azelaico, Metronidazol o Brimonidina, esta última usada específicamente para el control temporal del eritema.

En segundo lugar, para casos moderados o graves, o cuando la afectación es persistente, podemos recurrir a la Terapia Oral. El objetivo es controlar el componente inflamatorio interno con fármacos como los antibióticos antiinflamatorios (por ejemplo, Doxiciclina a baja dosis) o, en casos muy seleccionados y específicos, la Isotretinoína. El Tratamiento Definitivo para la Cuperosis y el Eritema fijo es el Láser Vascular o la Luz Intensa Pulsada (IPL). El invierno es la mejor época para realizar estas sesiones, ya que la nula o mínima exposición solar es fundamental para la seguridad y la eficacia del tratamiento.

Estos procedimientos actúan cerrando los capilares visibles de forma efectiva. Finalmente, el Cuidado Diario es tu primera línea de defensa.

Es esencial proteger la barrera cutánea del frío y la sequedad. Recomendamos el uso de limpiadores muy suaves, cremas hidratantes formuladas con ingredientes calmantes como ceramidas y niacinamida, y, muy importante, el uso constante de protección solar diaria (¡incluso en noviembre!) para evitar que la radiación UV reactive la inflamación.

En cualquier caso la mejor opción para un tratamiento personalizado es consultar con un dermatólogo que haga un diagnóstico adecuado y paute un protocolo de actuación adecuado para cada caso.

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