El impétigo es una infección cutánea contagiosa y superficial que afecta principalmente a niños, aunque también puede ocurrir en adultos. Esta infección es causada por bacterias, comúnmente estreptococos o estafilococos, y se caracteriza por la presencia de llagas o ampollas que se rompen y forman costras.
Impetigo
Características del Impétigo
Ampollas o Llagas: Las lesiones iniciales pueden ser pequeñas ampollas llenas de líquido claro que eventualmente se rompen, dejando llagas abiertas.
Costras Amarillas o Marrones: Después de la ruptura de las ampollas, se forman costras amarillas o marrones que cubren las áreas afectadas.
Picazón: Las lesiones pueden causar picazón y malestar.
Tipos de Impétigo
Impétigo Ampolloso: Se caracteriza por la formación de grandes ampollas que contienen un líquido claro y luego se rompen para revelar áreas rojas y húmedas.
Impétigo No Ampolloso o Costra Común: Presenta pequeñas llagas que se rompen y forman costras, sin la presencia de grandes ampollas.
Transmisión
Contacto Directo: La bacteria que causa el impétigo puede transmitirse por contacto directo con una persona infectada o sus pertenencias.
Lesiones Preexistentes: Las lesiones cutáneas preexistentes, como cortaduras, picaduras de insectos o dermatitis, pueden facilitar la entrada de bacterias y favorecer el desarrollo del impétigo.
Tratamiento del Impétigo
Antibióticos Tópicos: En casos leves, se pueden recetar cremas o ungüentos antibióticos para aplicar en las áreas afectadas.
Antibióticos Orales: En casos más extensos o graves, se pueden recetar antibióticos orales para combatir la infección.
Higiene Cutánea: Mantener las áreas afectadas limpias y cubiertas para evitar la propagación de la infección.
Prevención
Buena Higiene Personal: Lavarse las manos regularmente y mantener una buena higiene corporal ayuda a prevenir la propagación de bacterias.
Evitar el Contacto Directo: Evitar el contacto cercano con personas infectadas y no compartir artículos personales como toallas, ropa o juguetes.
Consulta Médica
Es importante buscar la atención de un dermatólogo si se sospecha de impétigo para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. El uso adecuado de antibióticos y las medidas de higiene son esenciales para controlar la infección y prevenir su propagación a otras personas.