En nuestra búsqueda constante de una piel sana, luminosa y rejuvenecida, la ciencia nos ofrece soluciones innovadoras. El tratamiento con polinucleótidos es una de estas vanguardias, actuando a nivel celular para restaurar la vitalidad y la elasticidad de la piel desde el interior.
¿En qué consiste el tratamiento con Polinucleótidos?
El tratamiento con polinucleótidos es un procedimiento de medicina que utiliza compuestos biológicos derivados de fragmentos de ADN, conocidos como polinucleótidos. Estas moléculas tienen la capacidad única de estimular la regeneración celular y mejorar la calidad de la matriz extracelular.
Cuando se inyectan en la piel (a menudo a través de microinyecciones), los polinucleótidos actúan de varias maneras clave:
- Estimulación de fibroblastos: Promueven la actividad de los fibroblastos, las células responsables de producir colágeno y elastina, proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel.
- Hidratación profunda: Atrapan moléculas de agua, mejorando la hidratación y turgencia de la piel.
- Acción antioxidante: Neutralizan los radicales libres, protegiendo la piel del daño oxidativo y el envejecimiento prematuro.
- Reparación celular: Favorecen la reparación de tejidos dañados y la regeneración de nuevas células.
El resultado es una mejora significativa en la textura, tono y luminosidad de la piel, con un efecto rejuvenecedor natural.
¿Para quién está indicado el tratamiento con Polinucleótidos?
El tratamiento con polinucleótidos es versátil y está indicado para una amplia gama de personas que buscan mejorar la calidad de su piel y combatir los signos del envejecimiento. Es especialmente recomendable para:
- Pieles maduras: Con signos visibles de envejecimiento como flacidez leve a moderada, arrugas finas y pérdida de elasticidad.
- Pieles deshidratadas y apagadas: Que carecen de luminosidad y presentan un aspecto cansado.
- Pieles dañadas por el sol: Con fotoenvejecimiento, manchas y textura irregular.
- Pieles jóvenes que buscan prevención: Para mantener la calidad de la piel y retrasar la aparición de los primeros signos de envejecimiento.
- Personas con cicatrices de acné leves: Ayuda a mejorar la textura y apariencia de las cicatrices superficiales.
- Pacientes que desean mejorar la calidad de la piel antes o después de otros tratamientos: Como preparatorio o complementario a otros procedimientos estéticos.
Es importante destacar que, como en cualquier procedimiento médico una consulta personalizada con un especialista es fundamental para determinar si este tratamiento es el más adecuado para tus necesidades y objetivos específicos.
 
				 
           
           
             
             
            