Al igual que algunas pautas alimentarias, ejercicios o inclusos rutinas diarias o de trabajo es conveniente evitarlas durante el embarazo también son varios los tratamientos medico estéticos que deben interrumpirse o directamente no realizarse durante este. Algunos de ellos bien por los productos con los que se realizan ya que pueden ser nocivos para él bebe y otros por simple precaución ya que no hay estudios que demuestren que perjudiquen pero tampoco que no lo hagan
¿Qué tratamientos médico estéticos y productos debo evitar durante el embarazo?
Tanto si realizas tratamientos habitualmente como si no, debes tener especial cuidado durante todo el periodo del embarazo ya que muchos de estos están contraindicados por los efectos secundarios que pueden causar tanto en tu organismo como el en desarrollo del bebe, por eso en caso de duda o si te has sometido a algún tipo de tratamiento y tienes dudas, consulta a tu especialista en medicina estética o a tu ginecólogo que en caso de duda te realizará un diagnóstico fetal para ver el estado del bebé e incluso una ecografía 4d si fuese necesario.
Tratamientos tales como Botox, mesoterapia, esclerosis de varices, rellenos de arrugas y labios o peelings químico se realizan mediante la inyección o inoculación a distintos niveles dérmicos e incluso intravenosos de químicos que podrían resultar perjudiciales.
Sin embargo, en el caso de los rellenos de ácido hialurónico siempre que no contengan ni se empleen anestésicos en su aplicación, pueden utilizarse sin ninguna tipo de riesgo
¿Puedo depilarme si estoy embarazada?
Ciertas aparatologías como el láser, radiofrecuencias o cavitación deben interrumpirse de inmediato. La depilación láser como tal esta desaconsejada por el desconocimiento de los efectos secundarios que puede producir en el feto ya que no hay estudios científicos que demuestren que pueda perjudicar pero tampoco que no lo hagan, es por ello que a modo de precaución es conveniente abandonar el tratamiento hasta después del parto.
Problemas físicos más comunes que pueden aparecer durante el embarazo.
Es muy común que desde el inicio del embarazo nuestro organismo comience a manifestar cambios tanto a nivel interno como externo, centrándonos en el exterior podemos encontrarnos con los siguientes efectos.
Zonas faciales:
Aparición de Melasma facial o hiperpigmentación (en la región de pómulos, frente y mejillas)
Acné.
Zonas corporales:
Aumento de depósitos de grasa en diferentes zonas del cuerpo como glúteos o cartucheras.
Retención de líquidos que favorece la aparición de celulitis.
Pesadez e hinchazón en las piernas.
Aparición de venas varicosas o empeoramiento de las que ya existían.
¿Qué problemas podemos encontrarnos después del parto y como lo solucionamos?
Una vez pasado el parto nos encontrarnos con numerosos cambios físicos que se van a ir normalizando por si solos con el paso de las semanas, sin embargo, otros necesitaran una pequeña ayuda por parte de nuestro medico estético.
En el caso de melasma o hiperpigmentacion facial, es frecuente que disminuya en intensidad o incluso desaparezca tras el parto, pero no siempre ocurre, es frecuente que aun cuando se atenúe durante las épocas de mayor exposición lumínica y sobre todo si no existe una buena educación solar se intensifiquen de nuevo, por lo que es importante el correcto abordaje y tratamiento para evitar que vuelvan al origen.
Las varices, y arañas vasculares tras el parto suelen mejorar, pero siempre queda un daño vascular residual que puede provocar que con el tiempo vuelvan a aparecer o empeorar, el profesional médico estético será en encargado de decidir el tratamiento más adecuado según el caso, no solo para mantener la estética de las piernas, sino para evitar varices de gran tamaño o molestias futuras como, dolor, pesadez e hinchazón.
Cuando hablamos de retención de líquidos o acumulo de grasa localizada, lo mejor es la combinación de mesoterapia con LPG para conseguir una normalización lo más rápida posible de los contornos, pero en ocasiones estos signos vienen acompañados sobre todo en la región abdominal de una laxitud y flaccidez cutánea que a pesar del paso del tiempo y el ejercicio físico no mejoran y que pueden requerir de tratamientos reafirmantes como radiofrecuencia o hilos tensores corporales que nos ayuden a recolocar en su sitio la piel fláccida.
En cualquiera de los casos lo más aconsejable es ponerse en manos de un profesional médico estético cualificado que será el que junto con una dieta y los tratamientos adecuados adaptados a las patologías y las circunstancias en las que te encuentres hará que vuelvas a sentirte como antes de forma rápida, sana y segura.